Por Anyelina Skartados |
TRASTORNOS CONTEMPORÁNEOS
Cada vez son más las personas que sufren de trastornos de
variados tipos e intensidades. Los hay alimenticios, del sueño, de distracción,
de atención dispersa y hasta de personalidad. Lo más alarmante del tema es
que no respetan edad, tenemos una sociedad en la que abundan los niños
trastornados, y eso no debería ser normal.
Constantemente nos cuestionamos cual es la raíz de estos
conflictos internos, y aunque parece no haber una respuesta precisa ni
científica, creemos viable apostarle a una sencilla razón: nuestro modo de
vida.
La información que compartiré a continuación está encaminada
únicamente a trastornos mentales, ya sean leves depresiones o trastornos
crónicos, y es realmente preocupante la cifra que alcanzaron los sondeos
caseros que apliqué.
De quince personas que me han compartido un poco de sus
experiencias:
-Todas han caído en depresiones de distintos grados, se sienten poco capaces y en contadas
ocasiones se dan tiempo para sí mismos.
-Doce de ellas han experimentado, al menos una vez, episodios
de angustia y ansiedad.
-Diez tuvieron algunos rasgos notorios desde niños.
-Seis han vivido por más de tres años con este problema
declarado.
-Cuatro han tenido pensamientos suicidas.
-Y sólo tres están bajo tratamiento médico.
Después de mucho darle vueltas, y con conocimientos meramente empíricos, puedo decir que todos estos síntomas son gritos de ayuda de
nuestro cuerpo. Vivimos en una sociedad difícil de agradar y bajo una fuerte
presión tanto económica como social. Eduquemos a nuestros hijos conforme a lo
que les apasiona, no conforme a lo que la colectividad dicta.
Concluyo convencida de que no existen personas libres de
este tipo de problemas, y aunque todos lo viven en diferentes momentos y formas, hay un común denominador.